La
escritura es una práctica que junto a la lectura nos atraviesa. Su
apropiación da cuenta del modo en que nos vamos insertando en el tapiz
que conforma la cultura.
En esta oportunidad les
proponemos reflexionar acerca del modo en que se produjo su proceso de
alfabetización, es decir cómo aprendieron a escribir y, a su vez cómo se
fue afianzando ese aprendizaje a lo largo de su escolaridad hasta
llegar a estos días.
Motivaremos las reflexiones con este testimonio recogido por la antropóloga Michéle Petit

“Les confiaré ahora un recuerdo, no sin emoción. Cada año viajo un
poco por Grecia, y hablo bastante bien el griego moderno. Un verano,
durante uno de estos viajes, conocí en el campo a una mujer de edad que
me contó su vida. Nació en una familia de diez hijos, y fue adoptada
muy niña por un tío que necesitaba una pastora. Pero era tan curiosa,
que la maestra rural consiguió que le dejaran ir unos meses a la
escuela, hasta esa mañana en que el tío fue a buscarla para mandarla a
pastorear cabras. Ella nos dijo: “ Y cada día de mi vida, en medio de
las bestias, dibujé en la tierra con un palito las letras de mi nombre,
para que el sueño no se las llevara.” Esta historia me parece
conmovedora. Se la confío solamente para recordar cómo puede uno
sentirse fuera del mundo cuando no ha podido apropiarse del lenguaje
escrito.” Michèle Petit (1999:41-42)
También los invitamos a ver estos traillers de la película
“Estación central”.
https://www.youtube.com/watch?v=AO8GNubmhOw&t=15s
http://www.youtube.com/watch?v=Hq4mnhyoF6E